Se denomina temperamento a la manera o modo por el cual una persona
interactúa con su entorno. Precisamente, temperamento proviene
de temperamentum, palabra en latín que
significa “medida”. En este sentido, el temperamento se relaciona con la personalidad
de cada individuo, y puede ser hereditario, siendo poco vulnerable a
influencias de factores externos, sólo pudiendo moldear el temperamento si
estas influencias externas son muy intensas o se repiten constantemente en el
tiempo. Respecto a esto, debemos decir que el temperamento, como integrante de
la personalidad de una persona, moldeará el carácter, atributo del ser humano
que sí puede ser transformado o influenciado por el ambiente exterior.
El temperamento suele no ser influenciado por el ambiente, en cuanto se trata de una naturaleza general de la personalidad de un individuo, y que está basado en las características del sistema nervioso, relacionado con el sistema endocrino, el cual genéticamente determina rasgos físicos, pero también rasgos psicológicos. De este modo, así como nuestras características físicas nos definen como seres únicos, también nuestros rasgos psicológicos, nos definen como tales. Por esto, nos diferenciamos de todas las demás personas por nuestra manera de actuar, de reaccionar ante algún hecho, suceso o circunstancia determinada, pero teniendo capacidad para consensuar y armonizar con todas esas demás personas.
En la actualidad, el estudio del temperamento es parte de la psicología, y mediante diferentes técnicas, se les ha atribuido un gran valor, pudiendo realizar sesiones de terapia donde reconocer e identificar las características de nuestro temperamento y potenciar los atributos positivos de éste en beneficio del desarrollo personal. Sin embargo, en la psicología antes del siglo XX, también el temperamento fue in objeto de estudio importante, siendo identificado en la Antigüedad, algunos tipos de temperamentos: el sanguíneo, por el cual los individuos tienen humor muy variable; el melancólico, que define a las personas como soñadoras o tristes; temperamento coléricos, personas cuya voluntad es fuerte y demuestran sentimientos impulsivos; flemáticos, que moldea a las personas como apáticas y a las cuales les cuesta afrontar o tomar decisiones.
Pávlov, fisiólogo y estudioso del siglo XIX y XX, afirmó que las características del temperamento, están condicionadas por el sistema nervioso, que posee tres características esenciales: fuerza, equilibrio y velocidad de correlación. De este modo, la combinación de estas tres características, originan un tipo y otro de temperamento: por ejemplo, si el sistema nervioso es equilibrado y a su vez rápido, el temperamento del individuo será sanguíneo, mientras que si el sistema nervioso es equilibrado pero lento, el temperamento será flemático.
La habilidad de un ser humano para adaptarse a su entorno depende en gran medida de su temperamento. Es habitual que una persona deba enfrentar diversas dificultades y adversidades en su vida cotidiana: se necesita un determinado temperamento, según cada contexto, para superarlas. El manejo de las emociones y de los estados de ánimo también está vinculado al temperamento.
El sistema nervioso y los genes determinan el tipo de temperamento, y por eso se dice que se trata de algo natural, más allá de las influencias que puedan tener en él la educación y el entorno social. Una persona de fuerte temperamento debe luchar durante toda su vida para controlarlo ante una situación de estrés ya que, de lo contrario, puede ocasionarle serios problemas.
Médicos de la antigüedad como Hipócrates (460 a.C.-370 a.C.) y Galeno (129-200) ya distinguían entre cuatro tipos de temperamento: flemático (las personas apáticas o racionales), colérico (con un predominio de los impulsos), melancólico (cercano a la congoja y el abatimiento) y sanguíneo (sujetos de humor variable).
A continuación se presentan las características de cada temperamento, desde el punto de vista de sus representantes:
Sanguíneo
* son individuos cálidos y vivaces, que intentan disfrutar de cada momento;
* están abiertos a los estímulos de su entorno y son muy susceptibles a ellos, lo que demuestran de forma activa;
* suelen ser más intuitivos y sentimentales que reflexivos a la hora de encarar decisiones;
* dado su alto nivel de comunicatividad, se las considera personas extrovertidas;
* su alegría y su búsqueda de diversión suelen ser contagiosas;
* la impulsividad las lleva a no pensar mucho antes de hablar.
Flemático
* son personas tranquilas, y gozan de un grado tal de equilibrio emocional que raramente se enojan;
* suelen calcular y analizar todo;
* la seriedad, la impasibilidad y el dominio del raciocinio por sobre las emociones;
* se trata de individuos de considerable capacidad intelectual;
* con respecto a la percepción que los demás tienen de ellos, son muy agradables y poco conflictivos;
* suelen ser fríos y demorar mucho a la hora de tomar una decisión;
* intentan evitar los problemas, lo cual los lleva a involucrarse muy poco con los acontecimientos que los rodean, con el objetivo de asegurarse la felicidad y la paz.
Melancólico
* se consideran los seres más ricos y complejos;
* suelen ser personas muy analíticas, capaces, perfeccionistas y determinadas;
* dada su profunda sensibilidad y su estrecha conexión con las emociones, es común que tengan predisposición a presentar cuadros de depresión;
* entienden y aprecian las creaciones artísticas más que los demás;
* pueden ser personas introvertidas, aunque su sensibilidad les abre puertas al desarrollo vocacional;
* por lo general son seres pesimistas;
* no gozan de una gran estabilidad emocional, lo cual se refleja en cambios rotundos de ánimo y fácil irritabilidad;
* se molestan mucho cuando los demás interrumpen sus momentos de concentración en algún tema de su interés;
* están muy en contacto con su lado romántico y se vuelcan intensamente en las relaciones de pareja.
Colérico
* son prácticos, trabajadores e independientes a la hora de resolver problemas;
* muestran una gran firmeza y determinación en sus opiniones, las cuales intentan imponer en su entorno;
* son extrovertidos, aunque no tanto como los sanguíneos;
* en lugar de ser estimulados por el medio, lo contagian con su entusiasmo;
* pueden llegar a ser percibidos como seres dominantes y manipuladores;
* muestran mucha tolerancia;
* los mueven sus intereses, sin importarles las tendencias ajenas.
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