La Gripe

Es común que exista una confusión entre lo que se conoce como gripe y el resfriado común. Una de las grandes diferencias entre el primero y el segundo es que existen al menos 200 tipos de virus diferentes que pueden causar un resfriado común. Por ello, no existe una cura para el resfriado común, más allá de lo conocido: descanso, hidratarse bien, etc. Por otro lado, la gripe o influenza es causada por un tipo de virus particular y por ello, anualmente, los centros de salud ponen a disposición una vacuna para evitar esa gripe. Por ejemplo, la conocida influenza A, conocida también como gripe porcina, es causada por el virus H1N1 y H3N2.

Existe un tipo de gripe o influenza que ocurre por temporada y que viene con los cambios climáticos del otoño al invierno y esta se suele contagiar entre las comunidades creando así las conocidas epidemias. Cuando una epidemia se vuelve global, ya que su capacidad de contagiarse es bastante alta, se habla de una pandemia.

Las principales diferencias en los síntomas de ambas infecciones es que la gripe se presenta con fiebre, dolores de cabeza y fatiga extrema y generalizada acompañada de debilidad, lo que no suele presentarse en el resfriado común. Otros síntomas de la influenza son: tos, garganta irritada, vómitos y diarrea, dolores musculares y congestión nasal.

Es importante saber detectar y diferenciar los síntomas de una gripe y de un resfriado común, de manera que podamos actuar rápidamente para evitar poner nuestra vida en peligro y contagiar a otros. Aunque la mayoría de las personas suelen recuperarse de la gripe, existe un grupo de peligro en el cual se incluye a personas mayores, recién nacidos, mujeres embarazadas y personas que padecen de enfermedades crónicas, para quienes las complicaciones de una gripe pueden ser fatales.

A continuación les damos algunas recomendaciones para prevenir contagiarse con la gripe:
- Si presenta más de 38° grados de Fiebre + Tos y/ ó Cefalea ó Dolor de garganta = Consultar rápidamente al médico.
- Evitar las conglomeraciones. 
- No estar en contacto con persona que tengan síntomas respiratorios. 
- Si presenta decaimiento, fiebre, etc. No entrenar y consultar. 
- Usar ropa adecuada y suficiente antes, durante y después de entrenar. 
- Evitar cambios bruscos de temperatura o exponerse a corriente de aire. 
– Evitar en lo posible realizar ejercicios intensos y prolongados. 
- Evitar las temperaturas ambientales bajas, preferible entrenar a media mañana o por la tarde. 
- Alimentación adecuada en cantidad y calidad. 
– Hidratación adecuada y suficiente. 
- Utilizar bebidas individuales.
- No compartir vasos, utensilios y evitar el mate con bombilla. 
- Realizar un buen descanso.
- Cubrirse la boca con un pañuelo al toser. 
- Usar pañuelos descartables y tirar en el inodoro, no en cesto por la propagacíon. 
– Evitar el contacto directo, como besos o darse la mano (durante el brote epidémico). 
- Lavarse las manos, dedos y muñeca con agua y jabón ( 20 a 30 segundos) en forma frecuente y / ó usar alcohol gel.
- No automedicarse. 
- La Vacunación es una medida preventiva (sugerida en mayores de 65 años o con enf. cardiacas, diabetes, etc.) , que utiliza virus muerto, no produce Gripe después de aplicada (mito erroneo). 
- Con respecto a los deportes grupales, se aconseja la vacunación por el tema de las concentraciones (el 20% de la población adulta se infecta) y de esa manera evitar una baja que puede repercutir en el rendimiento del equipo. 
- Ante la duda consulte a su médico.

¨Normalmente la gripe es producida por un virus de influenza que produce mayores síntomas sistémicos y problemas respiratorios altos que un resfriado común, que por lo general, es asociado a virus de menor malignidad como un rinovirus. En ambos casos, la única contraindicación para practicar ejercicios o aún competir en una carrera de 10 kms u otra distancia  es la sintomatología, cómo se siente la persona. Si no presenta dolores articulares o musculares, malestar general, fiebre, u obstrucción nasal importante es posible correr. Si los síntomas son severos, lo prudente es no competir para no comprometer más al sistema inmune y acortar el período de síntomas y evitar se agrave el cuadro, especialmente si se debe a un cuadro gripal por virus de influenza¨.    

  La gripe común puede prevenirse también desde la alimentación, pero es fundamental en estos días saber qué comer y qué no para prevenir la gripe porcina, que se presenta con un cuadro similar a la gripe común.
Veamos qué alimentación sirve para prevenir la gripe común o la gripe porcina, ya que tomar recaudos a tiempo es nuestra mejor arma:
Vitamina C: consumir alimentos ricos en este nutriente nos ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico, que nos protege de las infeccciones que provocan los virus, como el de la gripe común o la gripe porcina. Vitamina C la encuentras en: naranja, mandarina, pomelo, fresas, kiwis, pimientos y coles.
Selenio: también ayuda a reforzar las defensas del organismo y lo encuentras en huevos, carnes, pescados,
Zinc: mineral que refuerza el sistema de defensas y puedes encontrarlo en alimentos como legumbres, hígado, huevo, mariscos, queso curado y frutos secos.
Hierbas o complementos curativas: existe un amplio abanico de hierbas y complementos que ayudan a reforzar las defensas, entre los principales están la equinácea, las perlas de ajo (que vienen en forma de pastillas), el propóleo, el tomillo y la levadura de cerveza (que debes incluir en batidos, sopas o yogures).
Lo ideal es incluir estos alimentos en tu alimentación diaria, de forma regular, en al menos 2 raciones al día para reforzar desde la dieta la prevención de la gripe común o la gripe porcina, si es eso lo que te preocupa.