En constante renovación, la
piel es mucho más que un simple envoltório.
Es el órgano vivo más pesado (de 3 a 4 kg) y el más amplio del cuerpo humano (de 1.5 a 2 m2). En permanente relación con los demás organos, la piel puede revelar las disfunciones o enfermedades que padezcan otros órganos de nuestro cuerpo.
Es el órgano vivo más pesado (de 3 a 4 kg) y el más amplio del cuerpo humano (de 1.5 a 2 m2). En permanente relación con los demás organos, la piel puede revelar las disfunciones o enfermedades que padezcan otros órganos de nuestro cuerpo.
La piel tiene tres funciones básicas:
1 - PROTECCIÓN
La piel protege al cuerpo de ataques mecánicos, físicos,
químicos o microbianos desde el exterior,
Protege el cuerpo de mecánicos, físicos, químicos o
microbianos ataque que provienen del exterior a través de, entre otros,
mecanismos celulares e inmunológicos y su impermeabilidad, resistencia y
flexibilidad.
2 - TRANSMISIÓN
La piel se utiliza para transmitir información entre el
cuerpo y el mundo exterior a través de sus múltiples terminaciones nerviossas
que reciben estimulos táctiles, térmicos y dolorosos.
3 - INTERCAMBIO
La piel es el lugar donde se
llevan a cambio numerosos intercambios entre el organismo y el exterior.
Asimismo, participa en mecanismos complejos, como la regulación de la temperatura corporal (por la eliminación de calor y la evaporación del sudor secretado por las glándulas sudoríparas, así como la eliminación de sustancias nocivas) y la síntesis de vitamina D, que es esencial para el crecimiento de los huesos.
Asimismo, participa en mecanismos complejos, como la regulación de la temperatura corporal (por la eliminación de calor y la evaporación del sudor secretado por las glándulas sudoríparas, así como la eliminación de sustancias nocivas) y la síntesis de vitamina D, que es esencial para el crecimiento de los huesos.
Sabes como influye la
alimentación en tu piel..!
Todos
sabemos que la alimentación es fundamental para la salud, puesto que es la
fuente principal de nutrientes del organismo y sin ellos no es posible que éste
realice las funciones vitales; pero, quizás no seamos tan conscientes de que, además,
sus efectos también son visibles, ya que en gran medida la alimentación determina
nuestro aspecto físico general, lo que por supuesto
incluye el de nuestra piel.
La conclusión, por tanto, es evidente: para
conseguir un cutis radiante y libre de impurezas es imprescindible
tener muy en cuenta qué alimentos ingerimos. ¡Toma nota de algunos
consejos!
Aceites esenciales y nutrientes
Para retrasar el envejecimiento de la piel es
fundamental que desde el organismo puedan llegar a las células cutáneas los
nutrientes y aceites esenciales que necesitan: el aguacate, el aceite de oliva
y el aceite de onagra te ayudarán a conseguirlo gracias a su contenido en
ácidos grasos, aportando mayor luminosidad y elasticidad a tu piel.
El huevo también es un alimento muy aconsejable
para tener una piel bonita: es rico en proteínas, que son nutrientes necesarios
para que el organismo pueda reparar y construir sus estructuras, y en vitaminas
A, B, D y E, que favorecen los procesos de renovación celular y previenen el envejecimiento
prematuro.
Vitamina C
Dos son sus propiedades más destacables: por un
lado, protege las células de los negativos efectos de los radicales libres,
combatiendo así el envejecimiento celular; y por otro, es imprescindible para
la producción, mantenimiento y estabilidad del colágeno.
Entre los alimentos con un alto contenido en vitamina C
podemos destacar el pimiento, la naranja, las coles de Bruselas, la coliflor,
las espinacas y las fresas. ¡No olvides que para aprovechar todo su contenido
debes consumir estos alimentos crudos!
Alimentos para hidratar la piel
De los alimentos que más contribuyen a mantener
la piel hidratada nos ocupamos hace un par de semanas (podéis leer el post aquí), por
lo que no nos extenderemos más. Tan sólo queremos recordaros que, a través del
sudor, constantemente perdemos líquidos y minerales, por lo que, además de
incorporar a nuestra dieta diaria los alimentos que comentamos en el anterior
post, es fundamental beber agua: entre 6 y 8 vasos diarios es una cantidad
adecuada para mantener la elasticidad, flexibilidad y nivel de hidratación
de la piel.
Como hemos visto, cuidar
nuestra piel desde el interior, a través de una alimentación
adecuada, es esencial para mantenerla sana y bonita, pero esto no significa que
debamos olvidarnos de su cuidado exterior: la limpieza diaria y las exfoliaciones
semanales también son fundamentales, ya que con ello eliminamos la suciedad y
las células muertas, mejorando su aspecto y, lo que es aún más importante, la
oxigenación de la pie El agua es el compuesto químico más importante de nuestro
cuerpo, y no sólo porque supone aproximadamente el 60% de su peso, sino porque
además es el responsable de regular la temperatura corporal, transportar los
nutrientes y el oxígeno a las células, y eliminar las toxinas del organismo,
todas ellas funciones vitales esenciales. Además, el consumo de agua permite mantener
la piel hidratada,
lo que es fundamental para que ésta conserve su flexibilidad y
resistencial.
De la importancia de hidratarnos
por dentro y por fuera ya tratamos hace algún tiempo, centrándonos principalmente
en lo que conviene hacer para mejorarla desde el exterior. En esta ocasión
queremos informaros de una serie de alimentos que,
por su alto contenido en agua, os ayudarán a mejorar
la hidratación de la piel desde el interior;
además, estos alimentos incluyen otros elementos con propiedades muy
beneficiosas, tanto para el organismo en general como para la piel
en particular:
-Apio:
contiene gran cantidad de agua (96%) y fibra. También es rico en
betacarotenos que, como sabes, promueven la formación de vitamina A, necesaria
para mantener la piel en buen estado. Además, aporta minerales, entre los que
destacan el sodio, calcio, cinc y hierro.
-Pepino:
su contenido en agua supera el 90%; también tiene potasio, sodio, fibra,
vitaminas y betacarotenos. Si queremos aprovechar estos últimos hemos de tener
presente que se encuentran casi exclusivamente formando parte de la piel.
-Tomate:
tiene un 94% de agua y, además, gracias a su contenido en licopeno, contribuye
al rejuvenecimiento de las
células cutáneas.
-Lechuga:
como es sabido, casi toda esta hortaliza es agua (96%); pero además es muy rica
en vitamina C,
lo que determina sus propiedades
antioxidantes y su capacidad para fomentar la producción,
mantenimiento y estabilidad del colágeno.
-Espinaca:
además de tener un 90% de agua, la espinaca destaca por su contenido en fibra,
calcio, potasio e hidratos de carbono, elementos que son imprescindibles para
el organismo. También aporta vitamina C, aunque sólo se puede aprovechar
si se consume cruda; y luteína, elemento que actúa como protector frente a la
acción de los radicales libres.
-Melón y sandía:
ambas frutas tienen gran cantidad de agua (92%) y otros componentes
beneficiosos, como magnesio, sodio, calcio, potasio y vitamina C.
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