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jueves, 26 de septiembre de 2013

El Azucar



Con sólo 16 calorías por cucharadita, ¿qué mal puede hacernos el azúcar?
Sin embargo, la realidad es que el azúcar es una sustancia tan adictiva como las drogas, y que provoca estragos en el organismo.
Cuando consumimos azúcar (sacarosa) el sistema inmunológico se debilita durante 6 horas, lo que nos hace más vulnerables a los gérmenes, virus y bacterias nocivas.
Por otro lado, el azúcar reduce las ganas de comer alimentos nutritivos como las verduras, lo que puede resultar en carencias nutricionales.
El alto consumo de azúcar es el principal culpable de la mayoría de las enfermedades crónicas que azotan nuestra sociedad: Diabetes, hipertensión, arterioesclerosis, Obesidad, Cáncer, Alzheimer, Candidiasis, Eczema, Síndrome Premenstrual, etc.
El azúcar blanco refinado que consumimos habitualmente es sacarosa sintetizada de forma artificial, y que por tanto, no contienen ninguna de las vitaminas o minerales que el cuerpo necesita para procesarla, por lo que el azúcar no sólo no nos aporta nada desde el punto de vista nutriciona,l sino que roba al organismo minerales y vitaminas (principalmente las del grupo B), de ahí que se diga que en los países desarrollados estamos sobrealimentados, pero desnutridos. Por si esto fuera poco, en el proceso industrial de refinado y blanqueado del azúcar se emplea ácido sulfúrico, por lo que éste suele contener residuos de sulfitos y bisulfitos.
(Los azucares, harinas blancas, productos de pastelería y panadería)
No necesitamos añadir azúcar a nuestra alimentación pues se encuentra en todas partes (pan, pastas, frutas). La búsqueda del sabor dulce es innata.
Para otros, resultaría de un condicionamiento social y cultural, probablemente también psicoanalítico: la madre que conquista a su hijo presentándose como la única fuente autorizada de dulces; el niño castigado por haber comido muchos caramelos.
El azúcar pura en cantidad excesiva puede ser peligrosa porque desajusta los delicados mecanismos de regulación que permiten almacenar y “quemar” los azúcares simples.
Este desajuste favorece la gordura (almacenamiento de azúcar en forma de grasa por intermedio del hígado). Favorece también la diabetes (respuesta incorrecta a la producción de insulina por el páncreas); fatiga las células del páncreas.
¿Por qué y Cómo?
¿Qué pasa cuando comemos un trozo de pan (azúcares complejos de asimilación lenta) o cuando comemos un terrón de azúcar (azúcar simple de asimilación ultrarrápida)?
PAN:
  • Durante la digestión, las largas cadenas del almidón se fraccionan en azúcares simples (glucosa).
  • Estos azúcares se vierten poco a poco en la sangre.
  • El páncreas produce insulina a medida que va llegando azúcar a la sangre.
  • La insulina ayuda a almacenar la glucosa en el hígado, en forma de glucógeno, para su utilización posterior.
  • Este mecanismo es producto de una evolución de millones de anos. La cantidad de insulina y de ácidos grasos en la sangre se mantiene a un nivel optimo, “inventado” por la evolución biológica.

AZÚCAR:
  • Las pequeñas moléculas de azúcar se vierten rápidamente en la sangre en forma de glucosa.
  • La llegada del azúcar se produce masivamente, como un torrente que estimula una fuerte rápida producción de insulina por el páncreas (pico de insulina).
  • La cantidad de insulina circulando por la sangre es entonces demasiado grande. Su nivel se hace muy alto. El azúcar es rápidamente almacenada y quemada, pero la acción de la insulina es demasiado eficaz y el nivel de azúcar en la sangre desciende por debajo del normal: es el estado de hipoglucemia,
  • Este estado se caracteriza por síntomas bien conocidos como el “bajón” de las 11 Hs.: fatiga, depresión, falta de concentración, que pueden acarrear accidentes de trabajo o de la circulación.
  • En estado de hipoglucemia se busca azúcar o café, que tiene como efecto liberar el glucógeno del hígado y asestar un “latigazo” inmediato por la acción indirecta de la adrenalina y el derrame de azúcar en la sangre. Se crea así un circulo vicioso peligroso, una dependencia similar a la de una droga.
Paradójicamente, consumir azúcar puro, lleva a disminuir la taza de azúcar en la sangre
y al tiempo... volver a consumirlo.
¿Qué Hacer para Evitar el Exceso de Azúcar?
No agregarla en demasía a la alimentación. Poner cada vez menos en las bebidas, el yogur, la fruta.
Tratar de suprimirla totalmente (uno se habitúa bastante rápidamente).
Evitar el alcohol y ciertos alimentos muy azucarados.
Si a pesar de todo queremos comer un poco de azúcar, más vale agregar miel o melaza, antes que azúcar refinado.





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