Para la Bioquímica los carbohidratos son
compuestos orgánicos formados por carbono, hidrógeno y oxígeno, mientras para
otros representan la amenaza culpable de los kilogramos de peso ganados en los
últimos años. Serán estas moléculas las responsables de la obesidad mundial? O
son juzgados infamemente a pesar de sus increíbles beneficios? Vale la pena
acercar nuestra lupa y descubrir la realidad.
Los Hidratos de Carbono, llamados popularmente
Carbohidratos, son moléculas que cumplen funciones imprescindibles en nuestro
organismo, ya que no existe célula en nuestro cuerpo capaz de funcionar sin la
energía aportada por ellos. Su mundo puede ser simple o complejo
dependiendo de su estructura, tenemos así los monosacáridos que constan
de una sola molécula, oligosacaridos si constan de dos a diez unidades, o
polisacáridos cuando están formados por más de diez monosacáridos unidos entre
sí. Esta clasificación es sumamente importante para comprender la forma en la
cual pueden comportarse al ser ingeridos.
Los carbohidratos simples son azúcares que se
absorben de forma muy rápida y aportan energía inmediata. Entre ellos
tenemos los Monosacáridos: Glucosa, Fructosa y Galactosa; los Disacáridos:
Sacarosa (Glucosa + fructosa), también llamada azúcar común o de mesa, La
Maltosa (Glucosa + Glucosa) y la Lactosa (Glucosa + galactosa) que es el
azúcar de la leche; Los Oligosacaridos: maltodextrina, rafinosa,
estaquiosa y los fructo-oligosacáridos, algunos producidos para uso comercial y
otros disponibles en la dieta en algunas legumbres, cereales y verduras.
La glucosa y fructosa se destacan en este grupo
de carbohidratos simples por ser los más conocidos. La glucosa es el producto
final del metabolismo de otros carbohidratos complejos, es fuente de
energía indispensable para nuestro cuerpo, ya que de ella depende el
funcionamiento de nuestro sistema nervioso. Es almacenada en el hígado y en el
musculo en forma de glucógeno.
Por otra parte la fructosa, comúnmente encontrada
en frutas y miel, es la más dulce de todas. Una vez ingerida es transformada en
glucosa en el hígado.
Del otro lado del banquillo de los acusados
tenemos los azúcares o carbohidratos complejos! Son de absorción lenta y
necesitan un mayor tiempo para ser digeridos. Suena difícil, pero es un punto a
su favor!
Entre ellos tenemos los polisacáridos que son
utilizables energéticamente como: el almidón, formado por muchas
moléculas de glucosa, es el más abundante en nuestra dieta ya que se encuentra
en cereales, semillas de leguminosas, raíces, tubérculos y otras plantas.
También son parte de este grupo la dextrina, disponible en el pan tostado y el
glucógeno, que constituye una reserva energética, mencionado anteriormente.
Dentro del grupo de carbohidratos complejos
tenemos una pequeña variedad, que a pesar de ser azúcares, no son utilizables
energéticamente!: La fibra.
La fibra dietética puede ser insoluble
(celulosa), la cual es impermeable al agua, se encuentra en las pieles de
frutas, cubiertas externas de semillas y tallos y en las hojas de vegetales, o
soluble (hemicelulosa y pectina), la cual es digerida parcialmente por las
enzimas gástricas. Ambos tipos de fibra aportan muchos beneficios a
nuestro sistema gastrointestinal y son parte fundamental de una dieta
equilibrada. Representan los carbohidratos complejos libres de almidón.
Hasta ahora parece existir un equilibrio adecuado
entre el grupo de alimentos más juzgado popularmente. Todos hablan de los
carbohidratos, cuanto engordan y de lo culpable y tentadores que son, sin
embargo, olvidan decir lo más importante: son la principal fuente de energía de
nuestro cuerpo! También facilitan el metabolismo de las grasas e impiden la
degradación de proteínas, lo cual no suena nada mal si evaluamos nuestros
objetivos nutricionales y además de todo esto, regulan las funciones
gastrointestinales de nuestro organismo. No son los malos del cuento!
Sin importar si los carbohidratos son simples o
complejos, aportan aproximadamente 4 kilocalorías por gramo, y son almacenados
en el hígado y musculo. Solo cuando son consumidos en exceso se almacenan en
forma de grasa. Parecen no ser tan responsables de esos kilitos extras como
pensamos! Las porciones ingeridas las controlas TÚ. En el abuso es que está el
problema!
La digestión de los carbohidratos inicia en la
boca, una vez que los ingerimos, algunas enzimas de la saliva empiezan a
romperlos y forman moléculas mas pequeñas, también intervienen los jugos
gástricos y pancreáticos, para luego ser absorbidos en el intestino delgado, a
excepción de los azúcares no digeribles como la fibra, que son degradados en el
intestino grueso. Luego son transportados desde el intestino hasta el hígado a
través de la circulación sanguínea. El hígado es el protagonista principal en
este metabolismo! Es el encargado de hacer llegar los azúcares a la sangre.
Una vez en la sangre, la insulina, hormona
secretada por el páncreas, es la encargada de regular y controlar los niveles
de glucosa. Ella la retira del torrente sanguíneo cuando detecta una gran
cantidad (luego de comer por ejemplo) y la conduce al hígado y músculos para
almacenarse en forma de glucógeno. Esta es la reserva para las horas en las
cuales no comemos, ya que nuestro cuerpo sigue en funcionamiento a pesar de no
ingerir nada. Necesitamos energía para cada proceso, como respirar, pensar,
hablar, movernos…
Donde está el problema de todo esto? Por qué han
sido tan juzgados los carbohisratos cuando parecen ser el motor fundamental de
nuestro cuerpo? Pues, los responsables somos nosotros. Al ingerir grandes
cantidades de azúcares, nuestro hígado y músculos no pueden almacenarlo todo,
por lo cual el exceso de estos azúcares son transformados en triglicéridos =
GRASAS! Y transportados al tejido adiposo en forma de reserva de energía!
Ahora bien, como podemos controlar y escoger los
carbohidratos de la manera más inteligente y satisfactoria? Conociéndolos! Esto
nos permitirá discernir entre sus ventajas y desventajas.
FUENTES ALIMENTARIAS DE CARBOHIDRATOS:
Los carbohidratos simples provienen de los siguientes alimentos:
• Leches y derivados: la lactosa es un azúcar, y en ocasiones olvidamos que a pesar de no añadir azúcar extra, la consumimos en su forma original. Son alimentos saludables siempre que se escojan los reducidos o bajos en grasa y controlando su consumo. 100 gramos de suero de leche líquida contienen 4.7 gramos de azúcar de lactosa.
Los carbohidratos simples provienen de los siguientes alimentos:
• Leches y derivados: la lactosa es un azúcar, y en ocasiones olvidamos que a pesar de no añadir azúcar extra, la consumimos en su forma original. Son alimentos saludables siempre que se escojan los reducidos o bajos en grasa y controlando su consumo. 100 gramos de suero de leche líquida contienen 4.7 gramos de azúcar de lactosa.
• Azúcar de mesa:
está formada casi en su totalidad por carbohidratos simples, no aporta otro
nutriente. Proporciona energía inmediata pero también calorías y favorece la
aparición de caries. No es la mejor opción!
• Miel:
contiene 75 gramos de carbohidratos por cada 100 gramos, posee un alto
contenido calórico. Solo se recomienda en los casos que es necesario un
suministro energético elevado como deportistas y en los niños.
• Harinas refinadas y
sus derivados: aportan muchas calorías y carecen de vitaminas. Son
calorías vacías! En ocasiones van acompañadas de grandes cantidades de grasas.
• Frutas: contienen
fructosa, pero también contienen vitaminas, minerales y antioxidantes. Es mejor
su consumo como unidad y evitar los jugos o zumos, ya que pierden sus
propiedades.
La mejor fuente de carbohidratos simples, sin
duda son las frutas! Aportan vitaminas y otros nutrientes. Procura consumirlas
siempre enteras, y en lo posible con cáscara!
Los carbohidratos complejos, también
llamados “ricos en almidón” los obtenemos de:
• Cereales: son alimentos muy saludables, forman parte de una dieta equilibrada. Contienen carbohidratos, proteínas y fibras. Entre ellos tenemos: trigo, centeno, maíz, cebada, avena, arroz y mijo.
• Cereales: son alimentos muy saludables, forman parte de una dieta equilibrada. Contienen carbohidratos, proteínas y fibras. Entre ellos tenemos: trigo, centeno, maíz, cebada, avena, arroz y mijo.
El trigo es uno de los cereales más completos, es
rico en vitaminas y minerales. Posee una cubierta externa llamada salvado,
fuente de fibra, vitaminas y minerales. El pan, pastas y galletas son derivados
del trigo, sin embargo, para un control de peso, el pan integral, preparado con
harina completa sin refinar de trigo, es el más beneficioso! Contiene las
mismas propiedades del salvado. Mientras que las pastas contienen mucha
cantidad de carbohidratos y las galletas, en su mayoría son preparadas con
grasas, colorantes y conservantes.
El Arroz es el cereal más importante luego del
trigo! Posee vitaminas y oligoelementos. Aporta muchos beneficios si se consume
de forma integral y sin abusar, ya que 100 gramos aportan 350 calorías
aproximadamente. No posee gluten.
El Maíz es un cereal con alto contenido de grasas y carbohidratos, no recomendable para diabéticos ni para controlar el peso! No posee gluten, lo cual favorece a los celíacos.
El Maíz es un cereal con alto contenido de grasas y carbohidratos, no recomendable para diabéticos ni para controlar el peso! No posee gluten, lo cual favorece a los celíacos.
• Verduras y Hortalizas
ricas en almidón: entre ellas se destaca la Papa, pero su contenido de
proteínas, fibras y vitaminas es escaso. Su valor calórico es de 80 calorías
por cada 100 gramos, pero si la consumes frita o guisada puedes triplicar este
valor! Cómela ocasionalmente y prefiérela al vapor o asada al horno con la
piel. Siempre recomendamos como mejor opción la batata, tiene un menor indice
glicémico que la papa, por lo que se absorbe lentamente.
• Legumbres: contienen carbohidratos, proteínas y grasas. Sus carbohidratos son almidones, féculas y fibra vegetal! Todos complejos! Son altamente beneficiosos y contienen aminoácidos esenciales. Inclúyelas 2 a 3 veces a la semana en tu dieta. Las principales legumbres consumidas en la alimentación son: alfalfa, guisantes (arvejas, alverjas o chícharos), judías (fríjoles, porotos, judías, alubias o habichuelas), garbanzos, habas, ejotes (judías verdes, chauchas, vainicas, vainitas o porotos verdes), lentejas, cacahuetes (cacahuates o maníes) y soja (o soya).
• Legumbres: contienen carbohidratos, proteínas y grasas. Sus carbohidratos son almidones, féculas y fibra vegetal! Todos complejos! Son altamente beneficiosos y contienen aminoácidos esenciales. Inclúyelas 2 a 3 veces a la semana en tu dieta. Las principales legumbres consumidas en la alimentación son: alfalfa, guisantes (arvejas, alverjas o chícharos), judías (fríjoles, porotos, judías, alubias o habichuelas), garbanzos, habas, ejotes (judías verdes, chauchas, vainicas, vainitas o porotos verdes), lentejas, cacahuetes (cacahuates o maníes) y soja (o soya).
En una dieta equilibrada los alimentos ricos en
carbohidratos deben representar el 55% de nuestra ingesta, un 30% las grasas
saludables y 15% las proteínas, lo que se traduce en 300 gramos de hidratos de
carbono al día! Esto dependerá también de las necesidades energéticas de
cada persona, como son los casos de un plan nutricional para bajar de
peso.
En los últimos tiempos observamos una disminución
drástica del consumo de este grupo de alimentos, porque se ha menospreciado su
contenido de nutrientes y olvidamos su función! Tenemos la idea errónea que
estos alimentos engordan, cuando en realidad NO es cierto! Una ingesta
inadecuada de estos alimentos puede conducir a un consumo excesivo = incremento
de calorías = sobrepeso u obesidad! o un consumo insuficiente que puede
producir deficiencia de calorías = desnutrición! O peor aún, un consumo
excesivo de grasas para reponer las calorías que no se consumen.
La moderación es la clave, solo tú decides las
porciones que llevas a tu boca. Una dieta equilibrada es la clave para una
alimentación saludable.
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