El abdomen, la pesadilla de mujeres y hombres. Aunque bajemos de peso todos lo demás, por lo general nos queda algo de pancita “colgando”, entonces ¿qué puedo hacer para bajarla de forma sana y natural?
Dos aspectos clave:
- Haz ejercicios de forma que no te des cuenta que los estás haciendo.
- Come todo lo que quieras, pero cuidándote de los excesos y de los alimentos hipercalóricos.
Los abdominales suelen ser los ejercicios más recomendados, PERO no son la única y absoluta solución. Para obtener resultados visibles y en menos tiempo tienes que complementarlos con una rutina de ejercicios aeróbicos como el ciclismo, la natación, el footing y la gimnasia aeróbica. Puedes empezar con una rutina de 25 minutos 3 veces por semana, conforme te acostumbres puedes llegar a los 40 minutos.
Nada de privaciones ni atracones, no funcionan y te torturan. Lleva una dieta en la que cereales, lácteos descremados, frutas, verduras y legumbres predominen; el pollo y el pescado sean moderados; y la carne roja, el chocolate, las frituras, los dulces y el alcohol sean casi inexistentes.
¿Qué debo beber?
El agua es básica para hidratar y purificar el organismo (elimina toxinas). Pero para esto hay que beberla en los momentos adecuados: al menos 30 minutos antes y después de las comidas; antes, durante y después de la actividad física de a sorbos. No tomes mucha agua de noche para que no te despiertes para ir al baño.
Sin duda, los abdominales son la parte del cuerpo que mayor cantidad de hombres y mujeres desean tonificar, pero muchas veces en el afán por reducir centímetros en esta zona se cometen errores o se trabaja más de lo necesario.
Para que no cometas errores, te mostramos algunos datos interesantes en torno a los abdominales que la mayoría desconoce [Vía Healthy Living] :
BiobioChile
1. No es necesario entrenar todos los días: Si realizas ejercicios abdominales a diario podrías sobrecargar tus músculos. Jim White, dueño de Jim White Fitness & Nutrition Studios in Virginia Beach, señala que “hacer abdominales 7 días a la semana sin descanso, sólo hace daño a los músculos. Lo recomendable es ejercitar los abdominales tres o cuatro veces a la semana.
2. Los ejercicios abdominales no son suficientes para tu cintura: Una investigación publicada en Journal of Strength and Conditioning Research demuestra que hacer una rutina de ejercicios de fortalecimiento no logran una cintura delgada. Cuando los voluntarios del estudio hicieron sólo abdominales 5 días a la semana, tenían fuertes músculos abdominales pero no perdieron grasa o centímetros. Para revelar los abdominales marcados, es necesario entrenar todos los grupos principales de músculos, hacer cardio (o ejercicio aeróbico) y seguir una dieta saludable.
3. Si deseas abdominales más fuertes, debes fortalecer tu espalda: White señala que “al reforzar la zona lumbar, la cintura se verá más delgada.” Además, una espalda fuerte posibilita que completes una intensa rutina de abdominales con menor riesgo de lesiones.
4. Existen movimientos más eficaces que otros: Un estudio de 2001 auspiciado por el Consejo Americano de Ejercicio (ACE, en inglés) analizó la cantidad de actividad muscular de un grupo de voluntarios mientras realizaban ejercicios básicos de abdominales. Los clásicos de bicicleta (moviendo las piernas alternadamente), los de silla de capitán (de pie afirmándose en dos barras y levantando las piernas) y los que se hacen sobre un balón de estabilidad, son los mejores movimientos según el sondeo. Y es que se determinó que estos hacen trabajar un 39% más los músculos.
5. Hay movimientos que no vale la pena hacer: El mismo estudio mencionado en el punto anterior, también concluyó que los ejercicios menos eficaces son los que se realizan con máquinas de abdominales. Éstos hacen trabajar un 79% menos los músculos.
6. Puedes tener más grasa de lo que ves en el espejo: Hay dos tipos de grasa: por vía subcutánea y visceral. La grasa subcutánea es la más común, reside en todo el cuerpo y se ubica justo debajo de la piel. En cambio, la visceral está en las profundidades y se enrosca alrededor de su corazón, el hígado y otros órganos importantes.
Obviamente, la subcutánea es fácil de ver en el espejo, pero la visceral es difícil de detectar sin una tomografía computarizada o una resonancia magnética. De hecho, es posible que te veas relativamente delgadao y aún así tener grasa en exceso.
7. No todas las grasas son iguales:La grasa visceral no sólo es difícil de detectar, también es más peligrosa que la subcutánea. Esto, porque es más probable que produzca sustancias que pueden dañar el corazón y los vasos sanguíneos, además de interferir con la capacidad del cuerpo para usar la insulina. Es más, grandes cantidades de grasa en el vientre pueden aumentar el riesgo de problemas serios de salud como presión arterial alta, derrame cerebral, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, apnea del sueño, ciertos tipos de cáncer y enfermedades del corazón.
Un estudio publicado en ‘Circulation: Journal of the American Heart Association’ demostró que la grasa visceral tiene un mayor impacto en la salud cardiovascular de las mujeres mayores que tienen obesidad. Asimismo, también podría afectar la salud mental. Asimismo, una investigación de Kaiser Permanente determinó que aquellos que acumulan grasa en el abdomen tienen 145% más de probabilidades de desarrollar demencia.
8. La grasa del vientre puede aumentar el riesgo de osteoporosis: Un estudio reciente presentado en la Reunión Anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte sugiere que la grasa visceral se asocia con una reducción de la densidad mineral ósea en las mujeres obesas. Otro estudio publicado en la revista Diabetes Care demostró que una dieta rica en ácidos grasos monoinsaturados puede ayudar a prevenir el aumento de peso en el abdomen, y más específicamente, la acumulación de grasa visceral. Los alimentos como la palta, las nueces y el aceite de oliva tienen un alto contenido en éstos ácidos grasos, que también son conocidos por ayudar a disminuir el colesterol LDL (colesterol malo).
9. Un vientre fuerte protege de las lesiones: Un estudio realizado por el Ejército de Estados Unidos estableció que los músculos abdominales fuertes están vinculados a la prevención de lesiones. Los investigadores estudiaron a 120 soldados durante un año de formación y descubrió que aquellos que eran capaces de realizar la mayoría de los ejercicios (73 abdominales en 2 minutos) durante su primera prueba estándar de aptitud, eran 5 veces menos propensos a sufrir lesiones en la parte inferior del cuerpo y en la espalda que aquellos que hacían menos de 50 abdominales.
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